Las tres negaciones de Yahvé. Religión y política en el antiguo Israel
La civilización occidental nació del encuentro y oposición entre Oriente y las tradiciones de dos pueblos arcaicos, Grecia e Israel. Los griegos se opusieron a Oriente en pensamientos y actos, ciertamente, pero desde la distancia. En el caso de Israel, dada su situación geográfica en el corazón mismo de Oriente, el virulento rechazo de la influencia circundante se manifestó a través de la única vía posible: la de lo trascendente. Los profetas de Israel se enfrentaron a la revolución tecnológica oriental armados de una Weltanschauung no-económica, convirtiendo la cuestión de la técnica en uno de los ejes centrales de la espiritualidad judía y en una de las raíces del monoteísmo. Y ahí encontramos a Yahvé, dios total e inmanente, padre físico y a la vez primer dios trascendental de la historia religiosa de la humanidad. Pero también altivo, colérico, infinitamente exigente hacia unos hijos rebeldes, que nunca logran satisfacerle.